ERMITA DE Nª SRA. DE SETEFILLA Y CASTILLO ROMANO ÁRABE

ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DE SETEFILLA.



INTRODUCCION
La iglesia Prioral de Nuestra Señora Santa María de Setefilla, conocida como Ermita de Setefilla, es un templo católico.
El poblado donde esta situado tuvo sus orígenes en la Edad Media (entre Siglo V y el Siglo XV) cuando Setefilla (poblado) se convirtió a partir del 711 en fortaleza. Después de la conquista de Fernando III, este la cedió al Priorato de la Orden de San Juan o de Malta, en premio de la ayuda prestada al rey en la conquista, que la convertiría posteriormente en bailía.
La Bailía incluía en su periferia siete plazas o fortalezas sujetas a la autoridad de un Baílio: las villas de Setefilla y Lora del Río con sus castillos, los lugares de Almenara, Peñaflor, Malapiel, Algarin y Alcolea. Este hizo que la Bailía llevara al principio el nombre de Sietefilas, en clara alusión a las siete sedes del señorío sanjuanista.
El primer templo setefillano fue construido por la Orden de San Juan en 1282, este debió ser mas pequeño que el actual, pero situado en el mismo lugar. Con el paso del tiempo se realizaron una serie de reconstrucciones como la que tuvo lugar en 1712, por derribo a causa de un huracán y esto ha modificado el primitivo templo (hecho que hace difícil imaginar como era antes), pero se ha conseguido la permanencia de la iglesia en el mismo lugar, desde el Siglo XVI hasta nuestros días.
DEFINICIÓN
El actual Santuario se encuentra en la sierra, tiene tres naves separadas, la central se separa de las laterales por cinco arcos de medio punto los cuales descansan en cuatro pilares cubiertos de madera.
La capilla mayor tiene un tramo cubierto con cúpula sobre pechinas decoradas a principios del Siglo XVIII con pinturas azuladas, y otro con bóveda de cañón (recientemente restaurada por Antonio Cardoso, artesano de Mairena del Alcor).
El Altar Mayor data de 1730 y presenta un solo cuerpo con pilastras invertidas y columnas salomónicas rematado por un ático. En el Altar Mayor hay placa mármol en la pared en memoria de los hermanos mayores asesinados en los sucesos del 1936.
La mesa del altar es de mármol rosa y decorada por alegorías marianas, está fechada en 1737.
La imagen titular, Nuestra Señora de Setefilla, se encuentra en un camarín octogonal y es copia fiel de Agustín Sánchez Cid, de una talla gótica (el camarín no es accesible, salvo excepciones muy especiales autorizadas por la Junta de Gobierno y el Rector del Santuario que es el párroco de Ntra.Sra.de la Asunción. También se sitúan en el retablo, las esculturas de Santa María Egipciaca (patrona de las mujeres penitentes) y San José ambas imágenes se encuentran en restauración. El retablo lateral izquierdo es obra de principio del Siglo XIX, y la escultura de su titular es San Antonio de Padua de mediados del Siglo XVII (es la imagen más valiosa y antiguo de Lora) al lado se encuentra el cuadro del Cristo de la Divina Misericordia, restaurado hace poco. Alrededor de la iglesia, en la pared cuelgan VITORES, estos son cuadros que hacen los gremios en acción de gracia por haber estado la Virgen en el pueblo, en ellos se nombra el favor por el que se le da gracia a la Virgen. Los gremios son seis: el Gremio de la Hermandad, Artesano, Labradores, Agricultores, Juventud y Clero.
En una de las dependencias del templo , se sitúa una pintura de la Sagrada Cena con la inscripción “Este cuadro fue donado por el rey Juan Román, siendo prior de esta casa. Año 1614”y un cuadro de la Virgen alumbrada por una vela. Entre las piezas de orfebrería destaca un Cáliz de plata, realizado en Marila y fechado en 1787.
La Orden de San Juan dedicó su templo a la figura de Nuestra Señora de la Encarnación y para presidirlo, ordenó hacer a principios del siglo XIV una imagen de madera labrada de 71 cm. de altura.
La Virgen aparecía sentada sosteniendo al niño con una mano. Ambas imágenes, eran de finos rasgos góticos de madera. La Virgen llevaba el manto pintado de azul con estrellas y el vestido rojo con destellos dorados, su cabello era entonces rubio y calzaba unos zapatos negros con forma puntiaguda.
Con el paso de los siglos, Nuestra Señora de la Encarnación ha cambiado de nombre, será vestida siguiendo la moda de la época, aunque para ello se cambiará de posición su mano derecha situándola delante para sujetar al niño. Este niño fue sustituido por otro y fue regalado al Convento de Madres Mercedarias que se lo llevaron al Convento de la Merced en la calle Góngora de Madrid (donde se encuentra actualmente) y es venerado con el nombre de “Niño Jesús del Dolor”, porque había sido separado de su Madre. La imagen de la Virgen fue destruida en los sucesos de 1936 con el comienzo de la guerra civil española, siendo quemada en la Alameda del Río, junto con otras imágenes. El 8 de Septiembre de 1938 fue presentada la nueva Imagen de la Patrona, que fue costeada por todo el pueblo, coronada en 1987.
Ya en el exterior, además de ver placas conmemorativas hay otra puerta, llamada “Puerta de la Salvación” y por encima de ella hay un azulejo que representa “La Anunciación a la Virgen”.
INICIO AL CULTO DE LA VIRGEN
El momento culminante del culto local se realizaba el 25 de Marzo en el pueblo de Setefilla.
Las dos asas fijas en la peana indicaban que tenían por costumbre sacar en procesión la imagen por las calles del pueblo. Algo ocurrió en aquellos tiempos que arraigó aún mas la devoción por la Virgen de la Encarnación. Se dice que hubo hechos extraordinarios, “milagros”. De este modo se explica que el culto traspasara los límites del poblado para implantarse en Lora del Río.
La devoción había transcendido a Lora del Río, según el acta del Cabildo “ yendo año tras año en procesión desde el pueblo a Nuestra Señora de Setefilla”, el día de la Encarnación de Nuestro Señor.
El hecho de que Lora se convirtiera en promotora principal del culto hizo que cambiara el nombre de Nuestra Señora de la Encarnación a Nuestra Señora de Setefilla, refiriéndose a ella con el nombre del lugar en que se veneraba.
EL CAMINO DE LA VIRGEN
Mas de cinco siglos transcurre la vinculación entre Setefilla y Lora. La transformación sufrida por el pueblo de Lora en estas últimas décadas ha sido grande, por ello ha cambiado el acceso al Santuario.
Este itinerario ha incluido siempre unas paradas, en las llamadas “Cruces”, la única parada en que coinciden los tres caminos es la “Cruz de la Legua”. El camino de la Virgen, según los Archivos de la Hermandad fueron tres: el Primitivo, el Antiguo y el Actual.
*Camino Primitivo:
Partía desde la Cruz de la Higuerilla hacia el Palmar de Albadalejo (situado entre las calles de Sta.Catalina, Roda Arriba y calle de Alcántara) en dirección al actual cementerio, se bifurcaba en Las Lagunas, cruzaba los Arrollos del Gato y Gordolovar, pasaba por la casa de Gordolovar y salia derecho a la Cruz de la Legua a través del Chaparral de Sancha, cruzando los Arroyos de Aguas Buenas y del Santero hasta llegar a Los Montoncitos.
Se cree en este trayecto ya que es el que unía al poblado de Setefilla con el pueblo de Lora.
Para confirmar esta hipótesis hay que hacer mención de la existencia y situación en la antigua Huerta de Jesús, de la Ermita de Nuestro Padre Jesús y San Sebastián.
*Camino Antiguo:
Partía por la Roda Arriba, pasando la Cruz de la Higuerilla y cruzando el paso a nivel de Román, siguiendo la carretera de Peñaflor hasta llegar al Paso del Helecho. Pasando el Arrollo del Helecho se entraba por la amplia Vereda de Carne (Cañada del Mármol) se continuaba entre las fincas El Campillo y Gordolobar para desembocar en la Cruz de la Legua y a partir de la Cruz se seguía por el Camino Primitivo.
*Camino Actual:
La tercera modificación se produce a partir de los años 65 a 70. Desaparece el Palmar de Albadalejo al construirse las barriadas de la Cruz y San José. Al agrandarse el pueblo y construirse el barrio de San José se estimó la construcción de una nueva Cruz donde cubrir y descubrir las Andas de Nuestra Señora y ya desde aquí se inicia el Camino cruzando por el paso elevado del ferrocarril, se sigue la carretera de Peñaflor, se cruza por el Arroyo del Helecho siguiendo el Camino Antiguo hasta llegar a la Cruz de la Legua. A partir de la Cruz se continúa por la carretera de servicio del poblado de Setefilla en el que se detienen y se descubre su parte delantera ante la Iglesia Parroquial (en este momento se demuestra la devoción del pueblo cantando una salve), continúan por la carretera de La Puebla que se abandona para cruzar los vados de los Arroyos de Agua Buena y del Santero, subida la cuesta se sigue por un tramo del Antiguo Camino para llegar a Los Montoncitos por lo que es ya carretera del pantano.
CONCLUSION GENERAL
El paso de los años ocasiona sensibles mudanzas y cambios accidentales, sin embargo, los feligreses loreños no cambiaron nunca en lo fundamental, hallar y encontrar siempre, sea cual fuese ese camino que le une a Setefilla.
CURIOSIDADES
En el libro de Actas de la Hermandad , el mas antiguo que se conserva, aparecen varios cargos correspondientes a pujas y limosnas por llevar las andas en la venida de la Virgen. Había pujas de cantidades muy pequeñas y otras de mayor cuantía. Las sumas mas elevadas de dinero, la categoría social de la persona que la hacia y las de los compañeros, nos hace suponer que sea la del Paso del Helecho, también denominado Paso de los Señores.

Autores Alumnas-Trabajadoras: Dña. Eva Mª Fernández del Valle y Dña. Sonia Carbonell López.

BIBLIOGRAFÍA

-Revista de Estudios Locales de Lora del Río.
-www.loradelrio.es
-www.culturaloradelrio.es
-www.lasromerias.com
-www.wikipedia.org



CASTILLO ROMANO-ÁRABE DE SETEFILLA.


SITUACIÓN
El castillo Romano-Árabe de Setefilla se encuentra a doce kilómetros de Lora del Río, provincia de Sevilla. Está situado sobre un risco (peñasco alto y escarpado), próximo al Santuario Nuestra Señora de Setefilla, patrona del municipio.

HISTORIA

El castillo de Setefilla, de origen árabe, se construyó entre los años 888-912 por los Banu Layt, la tribu bereber que controlaba la comarca. Se encuentra sobre un yacimiento tartésico, datado entre 1600-500 A.C. Recibió el nombre de Shadfilah o Shant-Fila. Durante la Edad Media, Setefilla fue un importante enclave relacionado con la conquista musulmana, la reconquista y la repoblación de la zona.
Esta fortaleza controlaba el paso hacia la Sierra Norte de Sevilla junto a las de La Puebla de los Infantes, Peñaflor, Cazalla, Alanís de la Sierra y Constantina.
En junio de 1182 la fortaleza fue asaltada por Alfonso VIII de Castilla. Tomó a 700 prisioneros los cuales fueron liberados a cambio de un rescate de 2700 dinares de oro recaudados en las mezquitas. El monarca decidió conservar la fortaleza, pues sabía de su gran valor estratégico como bloqueo de entrada entre Lora del Río, Córdoba y Sevilla. Dejó a 500 jinetes y 1000 infantes para que defendieran el Castillo, pero a los pocos meses, entre los ataques musulmanes, la peste y el estado lastimoso del Castillo, Alfonso VIII de Castilla ordenó a los pocos supervivientes evacuar la fortaleza y retirarse. Así fue que el Castillo estuvo durante varios meses en manos cristianas.
Años después, el rey Fernando III, llamado el Santo, reconquistó la fortaleza, con ayuda de la Orden Militar del Hospital de San Juan de Jerusalén. Los musulmanes prácticamente no se resistieron, ya que sabían que con ello salvarían sus vidas y podrían quedarse en el lugar, pagando ciertos tributos al rey.
Agradecido por la ayuda prestada por parte de la Orden Militar, Fernando III les donó el Castillo de Setefilla, convirtiéndose éste en parte de la bailía que estableció la Orden con sede en Lora del Río.
En 1248 la fortaleza perdió definitivamente el valor estratégico, que había conservado durante siglos, debido al alejamiento de la frontera hacia el sur y el este, entre el reino de Castilla y las tierras en que se mantenían los musulmanes andaluces.
Durante varios siglos la Orden Militar del Hospital de San Juan de Jerusalén disfrutó del Castillo Romano-Árabe de Setefilla. Hace algunos años hubo excavaciones en la cual se encontraron bronce, platos etc. de aquella época, a unos nueve metros de profundidad.

DESCRIPCIÓN
Setefilla proviene de Septe-Fillas. Con este nombre se relacionan las siete villas que se encontraban cerca de Lora del Río. Fueron incluidas en la bailía establecida por la Orden Militar.
La forma de la fortaleza es poligonal. Las bóvedas ya casi inexistentes son de ladrillo. Los restos de las torres de planta cuadrada estaban fabricadas con piedras rellenas de tierra mezclada con cantos y restos cerámicos. La azotea ya no existe. Los baños y edificios subterráneos han sido tapados por el tiempo. Quizás una limpieza del terreno dejase al descubierto esas dependencias.
Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. En el año 1993 la Junta de Andalucía otorgó reconocimiento especial a los castillos de la Comunidad Autónoma de Andalucía.
Autor Alumna-Trabajadora: Dña. Dolores Martínez Gallego

BIBLIOGRAFÍA:
“Catálogo del patrimonio arquitectónico de Lora del Río” <br />
“Revista Estudios Locales de Lora del Río"
“Tradiciones de Lora y Setefilla”
 Autor:José Montoto -www.loradelrio.es
-www.culturadelrio.es
-www.wikipedia.org